Dalzio_Cuentos_Clavo_Pared - Pausas e vírgulas

Pausas e vírgulas
Parou?...Parou por quê?
Quem, eu..? Imagina...
Vírgula !
Pausas e vírgulas
Ir para o conteúdo
LITERATURA_Esp > 1_Cuentos > 1a_Dalzio > 1a.1_2021
LITERATURA > Cuentos > Dalzio
Publicado el 14 de Marzo de 2021
Los Cuentos de Dalzio

UN CLAVO EN LA PARED
Esa mañana se despertó muy temprano, pues no quería arriesgarse a perder el tren.

De su familia solo una anciana tía había quedado viviendo en su ciudad natal. Ella se negó a irse y vivir con él en la “gran ciudad”, por lo que era necesario retirar los muebles y desocupar la antigua casa familiar.
Llegó y se dirigió directamente al domicilio de la familia amiga donde la tía había sido recibida. Reencuentro emocionado, besos y abrazos,

cena y, de postre,
Al día siguiente se fue temprano a su antigua casa.
       Estaba solitaria,
una larga charla acompañada con la tradicional copa de cognac,
hábito que la tía nunca abandonó. > > >
abrió la puerta y el zaguán lo recibió con una sonrisa

 - Vaya, pensó, puedo mezclar todo y encajar los dulces reflejos de ayer en el día de hoy.                       
Je je je ... la fantasía me da ese poder ...
 
Con curiosidad y miedo, caminó por las habitaciones familiares, mirando las paredes desnudas y los muebles que aún quedaban. La última habitación que visitó fue la que había sido su dormitorio. Su miedo se reveló justificado cuando se dio cuenta de la razón: no encontró nada en él que materializara algún recuerdo.
Un trabajo de detective fue el siguiente paso, es decir, buscar pistas, encontrar rastros.
¡Y saben, encontró!
En una pared vio un clavo pequeño que lo acompañó desde sus primeros recuerdos de la vida familiar.
Varias "testaferros legales" en él fueron colgados.
Desde la muñeca de madera que colgó su mamá para que velara su sueño y le diera los buenos días, > > >




> > > pasando por el banderín del equipo de fútbol infantil del barrio


hasta la foto del primer año de bachillerato, donde estaba su colega que estaba a su lado,

su noviecita sin que ella lo supiera.
Aunque la que realmente daba seguridad y protección era su madre. Su voz dulce y alegre ahuyentaba los fantasmas de este joven que se creía un hombre devolviéndole, cada mañana, la confianza para el mañana por venir.
 
En estos cuarenta años de "exilio" viajó, casi anualmente a su ciudad, permaneciendo unos días para reunirse con los suyos. Su dormitorio siempre estuvo intacto, y recordó en un dulce reflejo que

el clavo siempre tuvo su foto.

Su madre en él la había colgado y eso fue la garantía de que su presencia siempre fue constante.
Percibió en ese momento que fue el "testaferro legal" de sí mismo. Tomó una decisión, la única posible…¿ Saben lo que hizo?... sacó el clavo !!! y lo guardó.
De esa manera el clavo no correría la misma suerte que los muebles.

Veinte años de ese viaje se cumplen hoy, y él tiene la edad de su tía en aquella oportunidad, y todas las noches de todo viernes bebe su copa de coñac.

  mientras conversa con sus recuerdos.
Sobre la mesa, como un testigo mudo pero bien parlanchín, está el clavo
Bien cuidado y conservado
Dalzio - 1960 -
* * * * * *
Ellos están bien protegidos, ¿ no Dalzio ?
A lo relatado...nada contrario,
¡ Y punto final !



 
< Cuento Anterior  / Próximo Cuento >  
Pausas e vírgulas

Contato
pausasevirgulas@gmail.com
Voltar para o conteúdo